martes, 6 de julio de 2010

EL REY PESCADOR (The Fisher King- 1991)



de Terry Gilliam con Robin Williams, Jeff Bridges, Mercedes Ruehl.

Otra genialidad de Williams (Brazil, las aventuras del Baron de Münchaussen), único norteamericano del iconoclasta grupo británico Monty Python. Jack (Bridges), un famoso locutor de radio provoca con sus arrogantes comentarios un asesinato colectivo. Profundamente traumado, acaba trabajando en el mugriento videoclub de su amiga Anne. En su nueva situación conoce a Parry (Robin W.), ex-profesor de historia Medieval, que enloqueció tras la muerte de su mujer en el asesinato citado. Parry vive ahora en la calle, sumergido en el mundo imaginario de la leyenda artúrica y enamorado apasionadamente de una modesta secretaria. Jack y Parry iniciarán en Nueva York una curiosa búsqueda del Santo Grial, que les hará descubrir los sentimientos humanos básicos.

Una fábula del poder

· No tienes la sensación de que te castigan por tus pecados? – La nueva vida es el pago por sus pecados. – Los pequeñitos dicen que tú eres el elegido. – Ojalá hubiese un modo de pagar la multa y marcharse.

· Cuando el saber y el poder sobre tu propia vida está desequilibrado (igualmente al poder establecido), cuando el mundo en que vive el hombre se amplía y sus bordes anteriores se rompen, entonces las fronteras que eran nítidas se difuminan. La definición que los hombres tienen de sí mismos se torna problemática y hay qe encontrar los nuevos límites. Al definir existencias extrañas y fantásticas se aprende a saber cuál es el límite de lo humano (lo monstruoso).

· Cuento del rey pescador: el rey tiene que pasar una noche solo en el bosque. Le sorprende una visión sagrada, el santo grial. Tú codiciarás el grial que reinará sobre los hombres. El niño se deja llevar por el poder: el grial desapareción al intentar cogerlo. La vida pierde aliciente para él: no podía amar sin ser amado y empieza a morirse. Un pobre entró en el castillo y solo vio un hombre a solas.

- Estoy sediento y necesito agua. El pobre le dio al rey una copa que había a su lado. El rey vio que su vida, estaba curada. – Cómo lo has encontrado si ninguno de mis caballeros lo ha hecho. – No lo sé, sólo sé que tenías sed.

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